Sobre algunas inquietudes religiosas.

Buen día a todos, hoy quisiera compartir con ustedes algunas reflexiones sobre un tema muy polémico pero, en mi opinión personal, necesario en la misma medida.

Les pido una disculpa a quienes pudieran sentirse ofendidos por mis conclusiones, pues tanto creyentes como no creyentes, podrían sentir que hay mala intención, cuando no es el caso. Mi intención es la comprensión, tomar en cuenta puntos de vista contrarios al mío. Bendiciones a todos.

El tema principal es sobre las mayores inquietudes de los "no creyentes".

Respecto a la evidencia empírica.

Es cierto que es imposible demostrar la veracidad de los eventos milagrosos que se mencionan en las escrituras sagradas. Sin embargo, respecto a las figuras mas influyentes de las religiones mas prominentes, existen registros históricos de su existencia, esto sin olvidar su legado, el cual a perdurado hasta nuestros días.

Lo que si queda de cada uno es: creer si su mensaje es real. De modo que, de un lado tenemos los vestigios empíricos de su existencia y su perdurable legado, y por el otro, nuestro espíritu, ese algo dentro nuestro que resuena con, por ejemplo: el mensaje de amor y compasión de Cristo en un mundo plagado de maldad y decadencia moral. 

Para comprender estas cuestiones, debemos tener en cuenta que, el papel de los sentimientos en la toma de decisiones es inegable. Por un lado tenemos los sentidos que nos hacen percibir lo tangible pero, también tenemos sentimientos para percibir lo intangible. 

Esa sensación que muchas veces nos hace tomar el camino correcto aunque, por desgracia, muchas veces resulta lo contrario. Estos resultados adversos anteriormente mencionados, suelen ser motivo de escepticismo, falsamente pretendiendo que nuestras decisiones basadas en lo meramente observable, siempre resultan bien. La cuestión aquí es, que así como la práctica de determinadas actividades nos convierten en expertos, lo mismo pasaría si aprendiras a escuchar tu interior. 

Para ejemplificar esto, pregunto: ¿Cuantas veces no hemos escuchado la frase "¡lo sabía! ¡algo me decía que era por ahí!" O "parece que sabía que iba a pasar!". Estas frases son muy comunes cuando no tienes la certeza empírica para tomar una importante decisión y, por lo tanto, debes valerte de lo que sientes.

Hacer uso de estos sentimientos es tan cotidiano pero, irónicamente se subestima tanto su efectividad que, cuando nos hace tomar la decisión correcta, muchas veces se lo adjudicamos a la suerte. 

Lo que intento decir es que, para creer en el mensaje de los profetas bíblicos, debemos hacer uso tanto de la razón, como de los sentimientos. 

De la anterior reflexión, vale la pena hacernos las siguientes preguntas.

¿Cuál nueva vida? ¿por qué no se puede acceder a ésta valiéndose del razonamiento solamente?

La nueva vida es del entendimiento, de la certeza, del amor incondicional. Entendimiento del porque las cosas tuvieron que ser de este modo, la razón de la maldad y el sufrimiento, y el amor que todo lo puede. 

La certeza en un mundo de incertidumbre que un día dice una cosa y al otro día otra, mientras que nosotros nos refugiamos en ideologías que nos dan la ilusión de estar apartados del colectivo, cuando esto es imposible. Las mareas ideológicas que azotan a la sociedad tienen una repercusión en nuestra percepción, en nuestros círculos sociales. La única forma de estar exento a estas repercusiones sería un aislamiento total de la sociedad, esa moralidad individual ampliamente promovida en los últimos tiempos, no evita las repercusiones de nuestras acciones individuales hacia el colectivo. Mas bien, termina siendo una suerte de placebo que nos lleva a evadir la responsabilidad que conlleva ser parte de una comunidad armónica.

Respecto al amor, hablo de un amor que va mas allá del concepto terrenal el cual se limita a nuestros mas cercanos, a los parientes sanguíneos, a la pareja sentimental, a quien nos es de provecho. El amor predicado por Cristo Jesús va mas allá del razonamiento, un amor que prioriza el bien común sobre el individual, un amor que ha sido relegado a prácticas que le restan credibilidad, prácticas que parecen no encajar con el mundo actual. Mientras que el amor limitado y/o individual, ha tomado un lugar privilegiado en la vida cotidiana.

Respecto al origen del mal.

En la biblia está escrito, que antes de la creación del humano todo era perfecto, así como los no religiosos idealizan una creación auténtica de Dios. Al ser la creación, perfecta, ser bueno era la regla, la obligación. De modo que la pregunta obligada es: ¿por qué creó Dios al humano entonces, si terminaría por corromperlo todo?

Esto es por causa de la evolución de la consciencia, un proceso que implica un cuestionamiento al orden establecido. Un buen ejemplo son los grandes pensadores que cuestionaron los modelos económicos con los que sus gobernantes administraban los recursos del país. Cuando la consciencia colectiva amplió su percepción, fue inevitable preguntarse: ¿acaso no hay otra forma de administras nuestras riquezas?

De modo que, este mundo es como ese país que sufre las consecuencias por buscar ''otras formas de administrar''. Somos la encarnación de esa evolución de la consciencia, la personificación del cuestionamiento al orden divino previamente establecido.

Respecto al dogmatismo y la intolerancia.

Estoy de acuerdo en que la religión institucionalizada históricamente, a perpetuado la infelicidad hasta nuestros días, además de otros factores que desmeritan el mensaje divino. Ante este escenario, hay que recordar lo que dijo Jesús: Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento y cierra la puerta, y ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. Este y otros mensajes van directamente en contra de las instituciones religiosas.

Resulta fácil caer en la confusión, de creer que el "no religioso" está en contra del mensaje de amor y compasión, cuando mas bien, están en contra de las instituciones, lo cual es perfectamente válido. No permitas que esta confusión te haga ignorar lo importante, la posibilidad de ser parte de una comunidad certera y coherente, lejos de la incertidumbre y la intolerancia de ciertas instituciones.

Respecto a las contradicciones.

La evolución de la consciencia colectiva es un hecho que el tiempo mismo a demostrado. En los tiempos de Jesús Cristo por ejemplo, era inconcebible que la mujer tuviera el mismo estatus que el hombre, pero hoy sabemos que tenemos el mismo derecho de opinar y participar. Por lo tanto, podemos deducir que: los mensajes enviados a través de los profetas en diferentes épocas acarreaban cambios acorde a la evolución de la conciencia. Si Dios hoy enviara a otro profeta, el mensaje parecería contradecir aspectos del último testamento, esto sería a causa de esa evolución que, como colectivo, nos hace ver las cosas con otra perspectiva.

Respecto a un mito recurrente en la defensa de posturas no religiosas

El mito de Prometeo es a menudo comparado con la historia de la creación, y en esa comparación se puede hallar una reflexión profunda sobre el sentido de la existencia. Este mito, al igual que las historias de la creación en varias tradiciones religiosas, busca ofrecer una respuesta a preguntas trascendentales, mirando más allá de lo que es visible a simple vista. La similitud entre ambos relatos resalta la asombrosa capacidad humana de buscar respuestas en lo intangible, en lo que no puede ser probado empíricamente. En ese sentido, podríamos considerar que este mito es un tipo de milagro, una creación espiritual que responde a la necesidad humana de entender lo inexplicable.

El filósofo que originó este mito, y otros pensadores de su tiempo, probablemente se sentirían decepcionados al ver cómo su razonamiento es utilizado hoy para defender ideologías ateas. Después de todo, lo que buscaban era precisamente una explicación más profunda de la existencia, más allá de lo material, no simplemente rechazar lo espiritual. Es curioso cómo, a lo largo del tiempo, el significado original de un mito puede ser distorsionado para apoyar diferentes creencias, pero la esencia de la búsqueda espiritual permanece.

Saludos a todos, le agradezco a Dios el permitirme otro día en el que puedo compartirles mis reflexiones.